Cuentitis aguda

jueves, enero 11, 2007

El lobo y los siete cabritillos (y III)

Otro cuento de los Hermanos Grimm es El lobo y los siete cabritillos. Los hermanos cuentistas publicaron por primera vez la historia de la cabra y su prole en 1812. Si os apetece leer la versión en alemán, podéis pinchar aquí.
Muy interesante es el hecho de que el final de este cuento es muy parecido al final de la "Caperucita Roja" de los Grimm, con operación en vivo y todo.

En "El lobo y los siete cabritillos" la madre cabra deja solos a sus siete churumbeles sin grandes protecciones contra el malvado lobo, que les engaña a los siete y que se come a seis de ellos. Pero analicemos más a fondo el comportamiento de los personajes de esta historia.

Mamá cabra.
Esta buena señora, o mejor dicho cabra, deja a sus chicos en casa. Y aunque les dice a sus hijos que no abran a nadie y les da señas de cómo es el lobo, las que da tampoco es que sean muy descriptivas: voz ronca y patas negras... ¡señora! ¿y no sería mejor enseñar a sus hijos una foto del lobo o la descrición que viene de él en la enciclopedia o en la wikipedia que son mucho más precisas? ¡Y atención que un lobo ártico afónico tendría la voz suave y las patas blancas!
Total que los pequeños oyen campanas pero no saben donde. Y abren la puerta y forman parte de la comida del lobo.
Si la señora hubiera sido más precisa o si hubiera educado un poco mejor a sus nenes nada de ésto habría pasado. Claro que como es una cabra de su tiempo y sabe de cirugía mayor, pues puede salvar a sus nenes.
OperandoLa cabra maneja las tijeras con pezuñas expertas.

Lobo feroz.
Este familiar del lobo soplador de "Los tres cerditos" y del lobo travelo de "Caperucita Roja" también tiene hambre y es capaz de engañar a los cabritillos para poder comérselos a todos. No es que le costase mucho engañar a los siete cuadrúpedos, la verdad es que los chicos son un poco simples.
Las defensas de este lobo son sobrehumanas (o mejor dicho sobrelúpidas) que mira que le practican una operación complicada y sobrevive... aunque al final de la historia muere por un problema de desequilibrio, que nada tiene que ver con su mente o con el oído interno.

Siete cabritillos.
Los nenes de la señora cabra no es que sean muy avispados que digamos. Confían en que si el que llama a la puerta tiene la voz apitufada y la patita blanca, pues ya no es el lobo... Pero aquí no les podemos echar la culpa a ellos, sino más bien a su madre que no se ha preocupado de que sus chicos aprendan un poco antes de dejarlos solos en casa.

DanzaDanza caprina al estilo Ingmar Bergman.

Todo eso de la madre-cabra que dice que trae un regalo a cada uno de sus hijos me recuerda al anuncio del Kinder Sorpresa, que era más o menos igual: la mamá llegaba a casa con ¡tres regalos en uno! Aunque nade que haya escuchado alguna vez el cuento de "El lobo y los siete cabritillos" habría abierto la puerta ni a su propia madre, por mucho Kinder Sorpresa que traiga.

1 Comentarios:

  • LA VERDAD ESTA MUY BUENA TU CRITICA EN SERIO ME HICISTE REIR Y TIENES RAZÓN HAY MUCHOS MENSAJES EN EL CUENTO QUE NO APOYAN EN NADA

    Por Anonymous Anónimo, el 28 marzo, 2011 04:56  

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